El bordado sashiko fue creado por los campesinos, quienes lo usaban para reparar y reforzar sus prendas con meticulosas puntadas.
Con el tiempo, esta tradición se ha convertido en tendencia. La técnica se basa en el uso de colores contrastados, trazados con patrones geométricos,
a menudo con hilos blancos sobre un tejido índigo usado por ser barato y duradero.
En la actualidad, este motivo sashiko, también conocido como «grano de arroz», debe su nombre a su tamaño y forma, que recuerdan a los granos de arroz reales.