En el primer desfile independiente de ropa para mujer de KENZO en ocho años, el director artístico Nigo se sumerge en los archivos de la casa para crear una colección ecléctica y lúdica que presenta de nuevo a la chica KENZO, en los colores del descaro juvenil, la confianza en una mismo, la audacia y el juego.
En un acto celebrado en el 18 rue Vivienne, el orgulloso corazón palpitante de la Maison, las chicas en looks exquisitamente forjados a mano se presentan en torno al hôtel particulier del siglo XVII, reinterpretado a la manera de un arquetípico salón de alta costura.